Corazon frío, pies descalzos sobre el viento, canciones grabadas sobre hielo, miedos a flor de piel, latidos marcando el paso del tiempo, ojos cansados de lágrimas dibujadas.
Canciones que despiertan sentimientos, sueños dormidos sobre pétalos de besos, miradas que duran segundos y marcan una vida, caricias que me traen seductoras fantasias, grabadas a fuego en las eternas noches de soledad.
Versos inacabados de historias terminadas, caminos sin destino, ni final.
Sylvana Black
Como en una casa con goteras, había penetrado en mi mente sin cita previa, la había alzado y colgado en un precipicio de juegos y lamentos, los que te dan la vida y quitan el aire.
Habia sentido la necesidad que la dominaba, sin voluntad para resistirse, caminaba hacía los avernos, sabía que allí encontraría su hogar, firmando su sentencia de muerte, sonreía a los demonios que la esperaban, sedientos, hambrientos de placer.
Sin juicios y sin tiempo se dejaba guiar por los caminos de lo lúgubre y lo irreal, haciéndose adicta a las oscuras maldiciones susurradas, que la esculpian con cada gemido.
Sylvana Black
Espero en el anden, veo pasar las estaciones como gotas de tiempo, sé que pierdo el rumbo, indiferente, las mariposas del estomago me indican el camino; allí, a lo lejos, tu sombra recorta mis expectativas mientras cojo aire, ahora mis pasos me confunden mientras callo la sorda voz de mi mente, me acerco, a casi un segundo de ti, veo el gris de tus ojos, tan profundos que me enfrian el alma, no miras, te marchas, despacio, arrastrando el lodo de tus demonios, suspiro, te desvaneces...
Eres... Presente en cada beso que no doy, notas en partituras vacías, oasis en un secreto desierto, la poesía en hojas en blanco...
Eres... Presente en cada palabra que no digo, sueño en las noches de insomnio, música en los momentos de silencio...
Eres... El veneno sin antídoto, la adicción sin remedio, un oasis de confusión sin límite...
Eres... Lo eterno de un instante, la magia de una sonrisa, el embrujo de una noche de verano...
Olvidada entre sombras, surgí de las olas, violentas, furiosas.
Me hice avalancha de tentaciones, palabras negras que enganchan, drogas de sensaciones a pie de cama, juramentos iracundos con reglas oscuras.
Me bebí la intensidad de la vida, sorbo a sorbo, probé la linea entre el bien y el mal, incendie el volcan que mojaba mis esperanzas, mientras bailaba al son de las miradas.
Canté, hice promesas a la lluvia y me alce con soberbia ante los miedos, valiente ante el espejo.
Una página en blanco, dibujo tus besos en la niebla, donde quedarán guardados para el invierno, cálidos momentos que velarán mi sueño, donde sentiremos la magia al fundirnos al alba.
Leo entre renglones torcidos el error que me lleva a ti, quizás, el descuido que me descubrirá la belleza de parar el tiempo en tus ojos.
El rumor de los arboles me cuentan que las hadas estan celosas de mi destino, cobijada a la sombra de tus brazos.
El viento me susurra al oído batallas, donde la ilusión y el deseo ganaran la batalla.
Fui una contradicción, un instante con sabor a eternidad.
Perdí mi cordura, tus sonrisas furtivas me guiaron y eche raices en tus besos robados,
Corrí a contratiempo al averno de tus brazos, donde te descubrí lentamente, como se descubre un amanecer, saboreando el calor que emanabas.
Tome tu piel, versando cada centímetro de tu espíritu y, sobraron las palabras...
Que nuestras promesas efímeras duren hasta la medianoche, hasta que las velas se apaguen y quemen mis ganas de ti.
Luchemos hasta donde seamos capaces de sentir, sin limites; sintamonos sin censura, juguemos a retarnos entre el sudor de nuestro propio anhelo, unirnos hasta fundirnos hasta ser solo uno, dejarnos sin aliento.
Arrastremonos entre secretos y pecados jugosos, de esos que quitan el sueño y dan la vida.
Hacerte canción, donde lamer tus notas hasta deshacerme en versos, dejar suspiros en cada lunar de tu cuerpo.
Pintar tu belleza en lienzos de pasion,
dibujar cada gemido mientas escucho los murmullos de tus pensamientos,
formar la aurora boreal de cada uno de tus deseos, obras de arte para los fantasmas que acechan en laberintos interminables de pecados.
Atraparte entre una lluvia de esencias, danzas exóticas que invitan a dejarse llevar, lucha cuerpo a cuerpo para encender el infinito de un universo nuevo, unico, nuestro.
Sylvana Black
Puta y señora, frágil soñadora en un mundo de crudas realidades.
Carmin rojo, ojos negros, piel de perfecta porcelana, un cigarro en una mano, vodka en la otra.
Le gusta esa soledad tan suya, tan intangible y presente que quema su espíritu.
No tiene antídoto para esa adicción, no la necesita, no la quiere.
Ni ofrece, ni espera, serena en su pequeño mundo mágico, donde es la reina y señora de cada aparición tenebrosa y oscura, donde las lenguas viperinas solo le arrancan gemidos venenosos.
Su vodka se acaba, enciende otro cigarro y comienza a caminar, quizás a ninguna parte...
Sylvana Black
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Con la luz bien instalada en el dia, consiguió abrir los ojos, aun se sonreia al recordar los roncos anhelos de esos ojos.
Sin remordimiento se preguntaba cuantas almas habria devorado para crear la suya, aún extenuada por la noche pasada preferia volver a su rutina diaria, aunque ya sabía que eso era imposible, había descubierto que no era del tipo de mujer que buscaba un hombre para sentirse, ya no, eso acabo con el primer chupito en honor a su pasado.
Se metió en la ducha y se regocijó con sus propios mimos, ya no eran tímidos, ni siquiera para eso necesitaba a los hombres.
Y, con su dulce agonia... Esos ojos negros volvieron a su mente...
Quizás nos gastemos de tanto deseo sin resolver, ecuaciones incompletas sin ti, perdiendo batallas ganadas en tu destierro.
Quizás dejemos que nuestras pieles se vinculen alrededor de mil gemidos, el placer de tenernos, mil veces más, sin reservas.
Quizás encontremos el sendero que nos lleve, al fin, a aquellos sueños apacibles donde acunarnos, donde sentir la calidez de un susurro.
Quizás...
Sylvana Black
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Miro al horizonte, recordando lo que nunca tuve.
Aquellas veladas sin velas, sórdidas y lúgubres noches de insomnio. Vacías de miradas oscuras, llenas de ausencias.
Mi cuerpo muere buscando el camino, se retuerce con cada latido que no late, rios que no fluyen por mis venas, inundadas de soledad.
Rezo por los dioses paganos, credos rancios, cánticos roncos y falsos, rozando la blasfemia de no saberte mio.
Pasan las horas, queman, lentas, aturden mientras me envían al vacío....
Y... sonrío, recordando lo que nunca tuve...
Sylvana Black
Sylvanablack.blogspot.com
Empiezo a escribir,
escribo lo que pienso,
pienso lo que escribo,
embrujada maldigo,
prosa maldita,
machaca mi sueño, lo evita,
esquiva poesía,
se burla, hambrienta,
sin rima, sin vida.
Acabada, agotada,
Ni pienso, ni escribo,
me revuelvo, me absuelvo,
ni creadora, ni escritora...
Sylvana Black
Ninfa nocturna,
Bañada en la Luna
Danza sensual, frágil.
Busca sueños,
encuentra poesía,
dulce, tienta.
Cae, sin escudos,
Se vuelve océano,
Intenso fuego atrevido.
Diosa, lubrica, resbala.
Se enreda, besos prohibidos.
Caricias que gimen,
que gritan, que mueren...
Sylvana Black
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Ojos fijos en el abandono, vértigo que me envía directa al vacio, vorágine de pensamientos a media luz, ideas destructivas arañando la bondad de mi alma...
Me esfuerzo por respirar sin gritar, dolor de mandíbula, suspiro, rezo por sentir empatia, busco un motivo que exorcize mis ansias de difuminarte de nuestro presente, borrarte de nuestro pasado, busco en lejanos recuerdos algo que me acerque a ti; escribo, te maldigo entre prosa mal escrita y poesia barata, como siempre, en vano...
Escribo, dejo que la pluma hiera el papel, como heriste mi ausencia, una vez más, quizás, la última.
Vuelvo a suspirar, sintiendo como mi imaginacion trabaja para mandarte al ocaso de mi memoria, bucando algo que me impida dejar de sentir... Ira.
Sylvana Black
Quema, arrastra todo a su paso, heridas abiertas, como tumbas humeantes, tumbas podridas... Y duele, sin muecas, solo máscaras.
Y casi sin mí, perdida en el lodo, no busco, no lucho, firmemente anclada en la noche, sin esperas, paciente, llegará...
Sylvana Black
Sylvanablack.blogspot.com
Mira, abre bien los ojos, no te dejes confundir con esa sonrisa plástica y esos ojos firmes, el maquillaje trabaja bien, cuál cuadro restaurado.
Mira, observa cada arruga de mi cara, si, mis hermosas arrugas, las de la sabiduria del tiempo; miralas, sin miedo y de frente.
Y que bellas me parecen frente al espejo, cada una de ellas es una sonrisa, un recuerdo bien atesorado, las marcas de la vida, las lecciones bien aprendidas.
Fijate en mi cuerpo, ni joven ni viejo, cuidado y abandonado, esbelto y maltratado, por donde han pasado momentos para olvidar y los imposibles de recordar.
Contempla el sentir de mi corazon, arrugado y sangrante, con tinta espesa que late con cada batalla ganada.
Arriesgate, profundiza en el ocaso, deja lastres de imagenes perfectas y vacías, sumergete en la vida real, la de cicatrices puras y sonrisas plenas.
Sylvana Black
Sylvanablack.blogspot.com
Con mirada ausente buscaba sus ojos, sin voz, aún gritaba su nombre, no dejó ni un segundo de intentar recordar cómo olvidarlo, sin odios ni reproches, sólo suspiros y silencio.
En su propio volcán de hielo enterraba, ahogaba, cada una de las lágrimas que escapaban de su consciencia, cada minuto más firme, pero también más oscura, como la noche infinita.
Quémame, quítame estas ganas de perderme entre la bruma, devuélveme las oscuras intenciones de sentirme arrastrada, poderosa ninfa de la noche...
Deja a un lado la luz y busca consuelo en mi avaricia por devorarte; en cada escondite de tu piel, con cada dulce mordisco infernal.
Entre las sombras me alimentaré de tu aliento, susurros que apagan la sed, volcanes que enfrian el alma...
Su mirada encoge el alma, vacia pulmones, llenan los ojos de sueños.
Pura, sin miedo, cogiendo impulso en la caida.
Sonrie valiente, retando vidas cotidianas, rompiendo perfectos ideales, tristes imagenes superficiales.
Se deja querer sin invadir espacios ajenos, celosa de su escondite, suya, egoista.
Con paso firme no busca futuros, huye de promesas vacias, aburridos suicidios sociales, vive, para ella, sola, orgullosa...
Asi, genuina, es ella...
Sylvana Black
Cuando le soltó de la mano, un intenso frío se apoderó de su miedo, dejándola apenas con una suave brisa como aliento.
Así recordaría el último beso, tanta paz como tristeza en sus ojos, por una despedida, siempre temprana y arrolladora.
El océano de su ojos en calma, dejaban paso a un silencio casi armonioso, si no fuera por las cristalinas lágrimas paseando por su rostro y... se apagó la luz.
Bella, dulce niña viciosa, hambrienta de noches saciantes, a su lado.
Se difumina entre suspiros y quejidos, siempre insaciable de humedos placeres, solo presentes en su mente, succionando cada segundo de un pasado ya lejano.
Marcada su piel por los tatuajes que le dejó con cada caricia, buscando con la mirada pérdida las marcas que un día el le regaló, entre silencios y miradas cómplices.
Bella, inocente amante pasajera...
Entro por la puerta, descalzo mis pies, saboreo el frío suelo, relaja mi mente, suelto mi pelo y pienso en la calida acogida de la soledad.
Hace días que no pienso en ti, casi he olvidado tu perfume, ya no duele tu ausencia. El fuego de tus miradas terminaron congelando mis ganas de sentirte..
Me miro en el espejo, recuerdo un brillo que ahora no encuentro, aquellas luciérnagas se marcharon contigo, sin pena ni gloria; me sonrío, esta noche volveré a engañar esa desconocida imagen, con una sonrisa más...
Dentro de la oscuridad, arañando el fuego de tu mirada, sometida a tu voz, anhelante gimo sin reservas.
Las caricias que me arrastran a la desesperante necesidad de los tortuosos placeres con los que me castigas, haciéndome diosa de la noche, esclava de tu cuerpo.
Una y otra vez, sin descanso, poderosa suplico tu piel, adorando la dulce maldad, sobre mi.
Se dejó envolver en la curiosa tela de araña que le habia tentado, aún sabiendo que posiblemente fuera su final, sabía que la curiosidad la atormentaria hasta saciarse.
Ni siquiera intentó preparar una excusa para marcharse, simplemente desapareció, dejó a un lado los miedos que desde el alba la acompañaban y enfocó sus pasos hacia el camino que se descubría frente a ella...
"Solo yo, solo mía..." recordaba una y otra vez la voz que había retado cada poro de su piel.
"Solo tu, solo tuya..." susurraba al viento como si El pudiera escucharlo.
La oscuridad trajo consigo su encuentro, junto a promesas y pecados, ambos se consumieron...
Noche cerrada, hambrienta, sedienta. Preparo la velada como un escenario oscuro y mortal.
Ronroneo al sonido de tus pasos, relamo mis labios, esperan con ansia.
Un intenso calor se apodera de mi, cosquilleo inequívoco de mi cuerpo llamándote, huelo tu perfume y gimo, incapaz de controlar mi adicción, suspiro y suplico por danzar invocando los peores pecados, las mejores lascivias...
Libidinosa esencia al roce de tu invasión sobre mi, hambrienta, me sacias...
Sylvana
Confusa por el sabor de tu piel me sumergí en tu infierno, atractivo y jugoso.
Estremeciendo cada una de mis células con cada uno de tus mordiscos, sintiendo el demonio que llevas dentro...
Cicatrices quedarán en mi alma, grabadas a fuego, deseo y anhelo por tus besos, me consumo, me pierdo...
Sin palabras, sin promesas, devorando el intenso instante en que romperas mi cuerpo para hacerlo tuyo, mientras susurras al oido: "Mia".
Vanidosa inocente me alzo misteriosa y atrayente, para ti, inalcanzable sin tus sueños, sin las largas noches de búsquedas estériles.
Alimentada de tu necesidad, tus ansias, tus pensamientos, olvidé el valor de tus intenciones, nunca reales a la luz del día.
En la seguridad de tu sonrisa te excusas con vanas mentiras regalando promesas de mágicas noches, etereas en mi mente, eternas en la tuya.
Una vez más, ven.
Enciende las velas, vino tinto, tu cuerpo, el mio.
Paciente, sorbo a sorbo, me resbalo descarada entre tus dedos.
Me encuentras entre mudas suplicas y anhelos susurrados.
Una vez más, tuya.
Átame a tu mirada, regálame las marcas de tu presencia, somete mi alma igual que mi cuerpo.
Una vez más, vuelve.
Sujeta la calidez de tus besos, no la dejes salir, pruebame, observa mi poder, sonríe y seduceme. Me consume, aguanto.
Deja que el placer entre en nosotros, de forma sensual y seductora, nos una sin reservas, rompa las barreras de sueños prohibidos, sutil y jugosa poseerá cada poro de nuestra piel, la convertirá en suspiros ahogados, gemidos delatadores de ansias lascivas, satisfechas en las noches de Luna llena, cuando apareces y me haces tuya.
Dejaremos los miedos a un lado, los devoraremos sin prisa, saboreandonos; juntos nos sumergiremos en embestidas salvajes, danzas oscuras que acariciaran nuestro infierno... Eternamente.
Sylvana
Algunos recuerdos queman, dejan huella en las noches de Luna llena, convierten la luz en reflejos de lo que un día fuimos.
Te encontré y te perdí, te busque y te olvidé, dejaste tantas caricias sin dar que se convirtieron en veneno, y sigo con vida, amando el odio que alimenta cada suspiro dedicado a ti..
No hay canciones, ni versos, ni prosa. Ya no te busco, el olvido ganó; aquel día se quedó en puntos suspensivos, con la boca llena y el corazón vacío, vomitamos mentiras viscosas, infectadas de desidia y rencor.
Intentaste mantener la mirada, intente sonreír, en vano, podrida de reproches nunca dichos en alto.
No hubo despedidas, la última noche, donde el exorcismo fue la maldición de un futuro incierto.
Sylvana