Mira, abre bien los ojos, no te dejes confundir con esa sonrisa plástica y esos ojos firmes, el maquillaje trabaja bien, cuál cuadro restaurado.
Mira, observa cada arruga de mi cara, si, mis hermosas arrugas, las de la sabiduria del tiempo; miralas, sin miedo y de frente.
Y que bellas me parecen frente al espejo, cada una de ellas es una sonrisa, un recuerdo bien atesorado, las marcas de la vida, las lecciones bien aprendidas.
Fijate en mi cuerpo, ni joven ni viejo, cuidado y abandonado, esbelto y maltratado, por donde han pasado momentos para olvidar y los imposibles de recordar.
Contempla el sentir de mi corazon, arrugado y sangrante, con tinta espesa que late con cada batalla ganada.
Arriesgate, profundiza en el ocaso, deja lastres de imagenes perfectas y vacías, sumergete en la vida real, la de cicatrices puras y sonrisas plenas.
Sylvana Black
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