Dueña de su dueño

Se elevó sobre su cuerpo de forma sórdida,  imponiendo su presencia a cualquier idea que rondará su espacio, el de ellos...
Escuchaba aquellos instintos que la hacían insaciable, ella se entregaba ciega y sin miedo...
No importaba que la oscuridad se acercará e instalara en su espíritu, había cedido toda su voluntad al misterioso y enigmático dueño de sus lascivos anhelos...
Esperó ser inundada con el fuego que el proyectaba, orgullosa de ser la dueña de su dueño...

Entre aguas...

En agua se mezcla con la humedad de mi cuerpo, el calor se apodera de mi piel, la suaviza y prepara para tu llegada... Cierro los ojos y me sumerjo más, mientras escucho esas canciones que me recuerdan nuestros encuentros, cada día más intensos....
Juego con la espuma sobre mi cuerpo mientras imagino tus manos, tan atrevidas y lujuriosas como mi hambre de ti...
El gel rompe la dulzura de mis suspiros mientras se desgarra, se quiebra en gemidos aclamandote...

Decidida..

Decidida a robar las sensuales avalanchas de deseo, me sumerjo en sensaciones ocultas que sólo tu sabes ver...
La oscuridad de tus ojos, esa luz que me guía, me muestra el camino de lo desconocido y excitante, atrevida y desafiante ante tu mirada...
La danza de dos cuerpos bañados en sudor, envueltos por la noche, fundiendo la piel... Hasta el alma, inseparables.... Acompasados en el vaivén de la respiración entrecortada, exótica melodía...
Enloquecidos ante los vicios cometidos, absorbiendo el néctar del otro, único alimento ansiado...
Y en la vorágine de un anhelo... Tu cuerpo vuelve a ser mi veneno...