Confusa por el sabor de tu piel me sumergí en tu infierno, atractivo y jugoso.
Estremeciendo cada una de mis células con cada uno de tus mordiscos, sintiendo el demonio que llevas dentro...
Cicatrices quedarán en mi alma, grabadas a fuego, deseo y anhelo por tus besos, me consumo, me pierdo...
Sin palabras, sin promesas, devorando el intenso instante en que romperas mi cuerpo para hacerlo tuyo, mientras susurras al oido: "Mia".
Donde la oscuridad toma sentido, moldea y acompaña cada uno de mis pasos.. Donde la luz ilumina mi camino... Cada día, un nuevo reto...