Atenta, escucho tu voz, el ronroneo que enloquece mi imaginación, recibo tu deseo como una calurosa brisa, soberbia y excitante.
Tus labios adictivos, jugosos besos disfrazados de ternura, envueltos en promesas atrevidas.
Tentando al demonio una vez más, danzo sin control, abrazándote con mis piernas, ríos de fuego rodean tu cintura.
Bajo las sábanas espero el encuentro, nuestro infierno será eterno.
Tus labios adictivos, jugosos besos disfrazados de ternura, envueltos en promesas atrevidas.
Tentando al demonio una vez más, danzo sin control, abrazándote con mis piernas, ríos de fuego rodean tu cintura.
Bajo las sábanas espero el encuentro, nuestro infierno será eterno.