No soy...

No tengo calma que ofrecerte, sólo tormentas y tempestades... No tengo insomnios, solo sueños imposibles de explicar... No tengo una escondite donde cobijarse, sólo selvas y bosques... No soy un sitio al que ir, de él solo deberías escapar, huir como la Luna al alba...
No soy poesía, sólo letras sin control, abandonadas y desahuciadas, las que hablan de ti, se olvidan de mí...

Camino

Bajo la lluvia se dejó caer, estaba angustiada, se sentía perdida...
Entre sollozos se deshizo, gritando sin voz a un Dios en el que no creía, maldiciendo cada uno de los pasos que la habían llevado hasta allí...
Con esfuerzo se levantó y prosiguió su camino, quizas encontrara el lugar donde por fín, descansar...

Mensaje en el viento

Dejaré un adios que acaricie la ausencia, un mensaje en el viento... Un largo quejido de amor, que acompañe tu alma cual canción...
Dejaré caminos de incienso que no dejen rastro... Una última mirada, un punzante pensamiento, una caricia susurrada...
Dejaré el fuego consumido, en hielo ahora convertido...

Perverso

 

 Perveso demonio, dueño de mis instintos más bajos, sometida y expuesta, me lanzo a devorar mil pecados por mil infiernos de placer...
Exploto en océanos de lava aguantando cada una de tus embestidas oscuras, sin tiempos, sin límites... 
Quebrantas los miedos, regalando sensuales intenciones deshonestas, tortuosas caricias atravesan mi cuerpo impaciente y furioso...
Dejándome al borde del abismo... Forjando el camino hacia lo desconocido.

Una vez mas...

Piel eléctrizante... Lengua viperina... Diabólica sonrisa, sabiéndote dueño de mis deseos...
Tus manos dejan placenteras marcas,  posesivas, rogadas entre suspiros y gemidos...
Observas como me deshago en olas de placer...
Mientras tu poder busca mis límites, mi cuerpo te pide más, anhelante y receptiva...
Incapaz de razonar... Pierdo el control de mi cuerpo... Lanzada al abismo con cada pulso de tus juegos, prohibidos y peligrosos...
Una vez más, tuya...