En un amanecer nublado, donde se empañan los cristales, solitaria espero el declive.
Con el sonido del tiempo acompañando mi pesar, dejo caer los últimos pétalos de otoño, añoro el invierno.
Olvido un pasado no muy lejano, forjando caminos opuestos a los tuyos, los nuestros.
Y, sin embargo, no hay tristeza, solo el dulce vacío de inalcanzables sueños rotos.
Mientras en la distancia, escondida entre prosas y versos, observo como difuminas letras al viento, con la esperanza de, algún día...
Donde la oscuridad toma sentido, moldea y acompaña cada uno de mis pasos.. Donde la luz ilumina mi camino... Cada día, un nuevo reto...
sábado, 19 de diciembre de 2015
Invierno.
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