sábado, 12 de septiembre de 2015

Ritual...

Una vez más cumplió con su ritual, baño de espuma con una copa de vino, su música favorita, la luz de las velas y aceites para preparar su cuerpo...
La ropa interior estaba sobre la cama, hoy se sentía atrevida, así que el rojo fué la elección final...
Era de las que creía que sobre unos altos tacones el mundo se ve diferente, ademas era una ocasión especial, sabía que esta noche lo vería...
Y haciendo un guiño al espejo se sonrió, le gustó lo que le mostraba el reflejo....
Volvió a llenar su copa mientras tarareaba una de esas canciones que te alegran el alma y ajustó el vestido a su figura, la gasa de la tela acariciaba su piel y eso le gustaba, le excitaba...
Siguió preparandose pensando en el, para el...
Cuando sintió que estaba lista para su encuentro casual, salió por la puerta con paso decidido... Esta era su noche...
No sin antes sonreírse frente al espejo...
La noche era clara, la luz de la luna dejaba ver con facilidad su camino... El ruido de sus tacones marcaban el ritmo, acompasado, ligero...
En el trayecto se cruzó con varias personas, le miraban con curiosidad, a lo que ella les respondía con una sincera sonrisa, su mejor saludo.
Llegó a su pub favorito, sabía que ellas la estarían esperando con una cerveza fría en la barra. Se acercó, les dió un beso en la mejilla y una mirada complice, eran tantos años de amistad que las palabras sobraban...
Acto seguido reanudaron su animada charla, ella participaba con monosílabos, sin prestar mucha atención, buscaba esa mirada...
La que encogía su estómago y le abría la necesidad de calor en su piel. Solo de pensar en su encuentro, su cuerpo se ponía en guardia, se le aceleraba la respiración y volaba su imaginación.
Le gustaba imaginar la fuerza de sus brazos rodeándola, aprentándola contra su pecho..
Recordar cada pliegue de su piel, el sabor de cada caricia, el sonido de cada movimiento...
Dejaba que su mente llegara a placeres tan necesitados como el respirar, igual era su ansiedad, respiraba por el, para el...
Aún podía recordar su perfume rodeandola, poseyendo su voluntad, dominando su espíritu...
Cuando de repente se paró su mundo, esos ojos negros la estaban rodeando, la estaban esperando... Era el.
©SylvanaBlack