miércoles, 4 de noviembre de 2015

El beso





Lentamente se acercó, una mirada llena de intenciones, hechizado...
Repasó el borde de su mandíbula con la yema de los dedos, acarició su cuello mientras miraba sus labios, muy despacio acercó su rostro, tan cerca que sentía el calor de su aliento, cerró los ojos, su perfume lo transportaba a mágicas noches de humedos sueños, su corazón latía tan fuerte que creía perder el conocimiento.
Percibió el intenso calor que emanaba, intentando controlar el impulso de devorarla hasta saciarse, casi dolía tanto deseo.
Y en aquel beso su alma regaló...